Mass Effect 2 fue quizás el mayor logro de Bioware en su historia, con personajes con mucha construcción e interesantes reflexiones
El día de hoy, Bioware parece ser poco más de una sombra con títulos decepcionantes como Anthem y ME Andromeda. Para muchos de los más jóvenes, podría sonar algo extraño el que esta empresa alguna vez haya sido críticamente aclamada. Sin embargo, esto es cierto, ya que juegos antiguos como Dragon Age y Knights of the Old Republic fueron adorados. Hasta ahora, no son pocos los que consideran que Kotor es uno de los mejores juegos de la historia. No obstante, este suele competir en las listas con otro juego de Bioware: se trata de Mass Effect 2.
Los elementos narrativos de Mass Effect 2, en lo superficial, no son muy interesantes. Hay una especie que está causando destrucción en el espacio gracias a energía divina y es misión de la Comandante Shepard detenerlos. Este aspecto del título es bastante convencional. Lo que mejor funciona en ME2 y lo coloca como uno de los juegos de rol más brillantes de la década es el trabajo y desarrollo de sus personajes.
La segunda entrega de Mass Effect tiene un elenco de personajes fascinantes. Legion es un Geth, una especie robótica que ve a la realidad como colectivo en vez de como individuos; Jack es una asesina increiblemente agresiva que tuvo una infancia traumática y Miranda es una oficial de una empresa corrupta. Esto sumado al elenco carismático de ME1 (como Garrus y Tali) crean una variedad de personajes que son todos fascinantes.
Además de esto, cada uno de estos tiene una misión especial en la que puedes descubrir más sobre su pasado. Estas misiones, para muchos, son los mejores momentos del juego. Así, el juego concluye con una misión suicida, en la que cada integrante de la tripulación sabe que podría morir. Este ataque final, en el que todo el elenco se une y trabajan juntos, es quizás la secuencia más memorable que Bioware ha creado.
Por todos sus personajes tan icónicos y por construir un mundo auténtico, Mass Effect 2