Durante un tiempo, la licencia de James Bond, el famoso Agente 007, le perteneció a Activision, quienes desarrollaron una gran cantidad de videojuegos basados en el famoso agente secreto.
Tuvimos interesantes juegos como la nueva versión del clásico GoldenEye 007 llamado «GoldenEye 007: Reloaded«, pero también salieron mamarrachos como «007: Legends«, curiosamente, este fue el último juego que publicó Activision con la licencia de James Bond.
Sin embargo, hay un juego que siempre pasó desapercibido. James Bond 007: Blood Stone fue un título que se lanzó en el año 2010, de la mano de Bizarre Creations, extinta desarrolladora que principalmente se enfocaba en el desarrollo de juegos de carreras como Project Gotham Racing y Blur.
Aprovechando que, por aquel entonces Daniel Craig estaba en su mejor momento interpretando al Agente 007. La gente de Bizarre Creations crearon una historia original que se sitúa entre Quantum of Solace (2008) y Skyfall (2012) contando no solo con la participación del actor tanto en rostro como voz; sino de otros actores que han participado en la saga como Judi Dench, repitiendo su rol de M.
007: Blood Stone es un juego bastante interesante de James Bond. Te mueves en diferentes escenarios, mientras intentas detener los planes de un terrorista. La acción está bien servida, con momentos donde es necesario recurrir a cubrirte en lugares específicos para evitar morir rápido.
No podía faltar los momentos de sigilo, así que tienes la opción de poder atacar sigilosamente a un enemigo, noqueándolo con el arma. Es una sensación bastante satisfactoria, aunque claro, luego terminas lanzándote a balazos contra varios enemigos.
Pero una de las cosas que terminó gustándome de 007: Blood Stone, más allá de buscar tener un enfoque bien cinematográfico -intentando emular a las películas- fueron sus secuencias donde utilizabas vehículos.
Bizarre Creations era un estudio dedicado al género de autos, por lo que contaron con la libertad de poder implementarlo dentro de su videojuego de James Bond. Eso sí, siempre al final de cada nivel, ya que los desarrolladores querían que las secuencias de acción se sintieran natural.
Estas secuencias de persecución no eran gran cosa, pero a pesar de eso, se notaba el cariño de querer transmisión la sensación cuando veías a James Bond siendo perseguido o intentando atrapar a alguien, con explosiones y destrucción de por medio.
Aunque contó con un buen presupuesto, el juego lamentablemente no tuvo las ventas esperadas por Activision Blizzard. La crítica especializada le daba puntajes regulares, haciendo énfasis en que la acción muchas veces se sentía repetitiva. Puedo darles un poco la razón, pero no creo que haya sido tan determinante para bajarle puntos.
Me gusta cuando a un estudio le dan la libertad de poder explorar a un personaje, y eso sentí cuando jugaba 007: Blood Stone. Yo no quería una adaptación de Casino Royale ni Quantum of Solace (aunque este si tuvo un videojuego donde sacaron varios de los elementos para Blood Stone).
Por desgracia, este fue el último proyecto en el que trabajó Bizarre Creations. En 2011, Activision Blizzard lo cerraría, dejando a varios miembros en el aire. Dos ex-desarrolladores del estudio formaron un estudio indie enfocado en juegos para celulares llamado «Hogrocket» pero cerró al poco tiempo.