Nintendo DS, Switch, Game Boy… Estos nombres son los primeros que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en consolas portátiles, un aparato que, por lo general, solemos asociar con Nintendo. Sin embargo, durante este tiempo existieron muchas otras consolas de primer nivel que quizá no hayan gozado del reconocimiento que merecían.
PS Vita
El marketing de Nintendo funciona a la perfección con sus productos y provoca que las consolas de la competencia, por muy buenas que sean, acaben siendo ninguneadas por los usuarios, como le ocurrió a la PS Vita.
A pesar de todo lo que ofrecía, la Vita fue víctima de las circunstancias. Aunque se creó para competir con la 3DS, a la que superaba en casi todos los sentidos, apenas logró vender una quinta parte de los 75 millones de unidades que colocó Nintendo, lo cual fue considerado un fracaso comercial. La Vita dejó de fabricarse en 2019 para convertirse en un objeto de coleccionista.
Game Gear
La de la Game Gear también es una historia de fracaso, algo normal cuando la máxima competidora es la Game Boy, la consola portátil de toda una generación. La gran esperanza de Sega de principios de los años 90 se lanzó por todo lo alto en Asia antes de ponerse a la venta en los mercados europeo y estadounidense.
Contaba con un catálogo de juegos único, incluidos algunos clásicos de Sega como Sonic the Hedgehog y Streets of Rage. La compañía esperaba dominar el mercado gracias a sus buenos gráficos y a su facilidad de uso, pero la Game Boy se encargó de impedirlo.
Neo Geo Pocket Color
La Pocket Color, lanzada a finales de los 90, tenía un diseño muy atractivo; contaba con una palanca de control inspirada en los salones recreativos, que daba la sensación de estar jugando con una consola convencional. Además, haciendo honor a su nombre, ofrecía unos gráficos brillantes adelantados a su época, aunque hoy en día existen plataformas como casinos móviles o relojes inteligentes con mejores prestaciones.
Debido a que se lanzó junto a grandes juegos, se esperaba mucho de esta consola. Lamentablemente, SNK pasó por momentos difíciles poco después y la Pocket Color fue superada ampliamente en el mercado por la Game Boy Color.
Bandai WonderSwan
El hecho de que la WonderSwan se pareciera tanto a una consola de Nintendo se debe a que, en cierto modo, lo era. Su creador, Gunpei Yokoi, trabajó muchos años en Nintendo, hasta 1996 y contribuyó al éxito de la Game Boy.
El escaso impacto de la WonderSwan en el mercado no refleja la calidad e innovación de la consola. Contaba con el kit de desarrollo WonderWitch, que les permitía a los jugadores crear sus propios juegos, aunque exigía unos conocimientos de programación que pocos usuarios tenían. En cuestión de juegos, contaba con títulos de Capcom y Namco, así como con remakes de la legendaria serie Final Fantasy de Squaresoft.
Genesis Nomad
La Nomad tenía un nombre muy adecuado para una videoconsola portátil, ya que se podía llevar a cualquier parte. Como si fuera poco, tenía la ventaja de que podía usarse como televisor además de como consola de videojuegos. Tenía unas especificaciones técnicas muy potentes y las revistas del sector la vendían como el primer dispositivo portátil de 16 bits.
Lamentablemente, Sega prefirió apostar por la Saturn, lanzada prácticamente al mismo tiempo.
En resumen, quien busque una alternativa sorprendente a sus consolas portátiles, debería probar alguno de los modelos que indicamos líneas arriba.