Ori and the Blind Forest es una fascinante aventura a través de la colorida naturaleza y con una brillante introducción
¿Cómo sería si pudieras experimentar una película de Pixar en la forma de un videojuego? Y no, no me refiero a uno de estos juegos de licencia como Toy Story 3 para PlayStation 3 o Toy Story 2 para Nintendo 64. Me refiero a vivir la experiencia de Pixar por medio de los juegos, vivir una aventura en un mundo colorido mientras el jugador se enfrenta a adversidades. Quizás ustedes crean que hay títulos que encajan bien en esa descripción. No obstante, desde yo lo veo, el mejor ejemplo de esta idea es Ori and the Blind Forest. Una joya de Moon Studios en todo sentido.
Lo primero que hace a Ori and the Blind Forest instantáneamente memorable es su introducción. Los primeros 15 minutos del juego son una introducción sentimental, atmosférica y hecha con mucho detalle. Si lo que buscas es un juego que pueda hacer que sientas una conexión emocional en menos de media hora, pocos lo pueden hacer mejor que Ori. Desde este punto de partida, la aventura consiste en salvar al bosque utilizando las habilidades de Ori. No es una narrativa muy fuera de lo común, pero funciona por varias razones.
Controlar a Ori es bastante cómodo, y sus habilidades hacen que explorar el mundo sea divertido y dinámico. Además, los ambientes del bosque están llenos de vida, que se juntan a un soundtrack fantástico para darle una energía maravillosa al mundo de este título. Subir de nivel y obtener nuevas habilidades es algo que nunca deja de ser entretenido. Así es como el protagonista crece con las horas y se va familiarizando con la mística atmósfera del mundo.
Por su hermoso mundo, su fantástico soundtrack y su narrativa Pixar-esca, Ori and the Blind Forest es uno de los mejores juegos de la década.