He dejado pasar unos días para procesar los últimos episodios emitidos el fin de semana pasado, además de dar alguna que otra revisión a los episodios anteriores. Pero a pesar de todo, la sensación sigue siendo igual de agridulce. Porque claro, para los fans de hace más década y media, en ciertos momentos fue un baño de nostalgia absoluta, acción y cliffhangers que nos mantuvieron enganchados.
Pero no por ser fans podemos escapar a una realidad: Digimon Adventure tri estuvo lejos de ser una entrega redonda y mostró, no lagunas, sino lagos en su trama. De animes de corte más infantil, creo que no hubiésemos esperado más, pero para una franquicia como la de Toei, que nos hizo esperar 3 años para ver esta reunión de muchos personajes queridos con una nueva trama, la valla le quedó algo alta. Y sobre todo por sus últimos capítulos.
Muchas cosas se me vienen a la mente, pero si tendría que decir qué cosas hicieron que esta entrega no sea lo que pudo ser, podría mencionar 3 para empezar. Ojo, las siguientes secciones tendrán algunos SPOILERS ligeros si es que no has visto la serie, así que advertido estás…
Toei dejó escapar un setting bastante interesante para trabajar: Adolescentes.
En la previa se había prometido que Digimon Adventure tri abordaría una trama mucho más variopinta gracias a que los protagonistas habían dejado ya de ser niños y empezaban a enfrentarse a los dilemas propios de la adolescencia: la crisis de identidad de Taichi; el conflicto entre amistad y rivalidad amorosa encarnados en el triángulo Yamato-Sora-Taichi -a pesar que los que vimos el final de Adventure 2 sabemos cómo termina el asunto-; la preocupación por el futuro profesional de Joe; entre otros, que auguraban ser condimento de una trama mucho más compleja que la de las entregas anteriores. La promesa quedó en intento, con alguno que otro chispazo de esperanza en el camino.
«Sin ir más lejos, y aún siendo no canónica, Digimon Tamers alcanzó un nivel de desarrollo de personajes mucho mejor trabajado y profundo, pese a que los protagonistas eran niños. La trama fue llevada de tal forma que muchas veces me cuestioné el hecho que el target de audiencia fuese realmente el de niños, o por lo menos para menores de 10 años (la vi a los 12).»
No es que se pida que Adventure tri sea un nuevo Steins;Gate, pero a estas alturas tenemos animes con personajes adolescentes mucho más trabajados y en la mitad de capítulos. Es por ello que el hecho de que Tamers haya tenido 51 no resulta excusa para justificar lo ocurrido con Adventure tri.
Incluyó un personaje para el olvido (o por lo menos, algo prescindible)
Fue Meiko (Mei), pero bien pudo haber sido cualquier otro personaje, chico o chica, con una personalidad más o menos introvertida. Al final lo que importaba era que tuviese cierto vínculo con Meicoomon, su compañero digimon sobre el cual giran los acontecimientos de Adventure tri.
La gracia de su inclusión era que fuese un personaje sobre la cual girase la trama y protagonizase los hechos, teniendo como compañeros a los niños elegidos originales y desarrollando su personaje en la interacción con ellos. Esto se empezó a hacer y llegó a su mejor punto hasta el episodio Confesión, pero luego de Pérdida todo lo logrado fue decayendo hasta que su participación en el episodio Nuestro Futuro fuese casi nula. Si no me creen, saquen la cuenta de cuántas veces participó siquiera de diálogos en los últimos capítulos.
Final abierto
Quedaron muchas preguntas sin responder: ¿Al final cuál era el verdadero “enemigo”? ¿Yggdrasil u Homeostasis? ¿Por qué simplemente se fueron como si nada hubiese pasado? ¿Cómo fue que los otros niños elegidos -Daisuke (Davis), Ken, Miyako (Yolei) e Iori (Cody)- terminaron luchando y siendo derrotados? ¿En qué momento se dieron cuenta de los planes de Yggdrasil mientras los otros ni por asomo lo hicieron? ¿Por qué después de la intriga de los capítulos iniciales sólo terminamos viendo sus sombras? ¿Por qué el supuesto nerviosismo de Tai para hablarle a Mei al final, dando a entender que había algo que nunca se llegó siquiera a desarrollar?