El año pasado, Nintendo se anotó un golazo con la NES Classic Edition, conocida afectuosamente como la NES Mini: esta simpática replica de la NES original con 30 juegos integrados se agotó en todos los mercados y vendió 2.3 millones de unidades en sus 5 meses de producción. Y en este 2017, Nintendo quiere volver a repetir la jugada con su SNES Classic Edition, la cual llega a las tiendas a fines de este mes. Es de suponer entonces que el siguiente paso de la gran N es producir una Nintendo 64 Mini, tal vez para el 2018. Con rumores de que este sistema es ya casi un hecho, parecer ser el obvio camino a seguir para que Nintendo siga su racha de éxitos actual, pero ¿realmente lo es?. ¿Realmente Nintendo puede entregarnos una mini-replica de la maravillosa N64 “tal como Dios manda”? Tras analizar las posibilidades comerciales, técnicas y otras; mi respuesta es que probablemente NO lo sea, y podría ser una jugada arriesgada de Nintendo por “emocionarse”, similar a muchas que ha tomado en el pasado. Y les voy a decir porqué.
Primero, tendemos que separar los sueños de la realidad, así tal como suena, y esto es algo que a los fans nos cuesta mucho hacer. A pesar de que la NES Mini fue un éxito, muchos fans se quejaron de cosas a veces, inverosímiles, pero que para muchos definieron la compra o no de la consola; como la cantidad o falta de inclusión de algunos juegos (algunos por problemas de licencia), su precio y presentación, o la no posibilidad de poder agregarle más juegos. Y es que no vemos la realidad: estas “consolas” son consolas dedicadas, emuladores oficiales en una carcasa, nada más y nada menos, con obvias limitaciones de licencia, producción y tecnología. Y la Nintendo 64 Mini será lo mismo. Pero creo que en la N64 estas limitaciones le afectarían aún más al sistema, de lo que afectaron al NES y a la SNES Mini.
Si seguimos el patrón de la NES a la SNES Mini, la N64 Mini costaría MÁS que la SNES Mini y posiblemente tendría menos juegos integrados. La SNES Mini cuesta $20 más que la NES Mini en su precio oficial en USA y tiene 9 juegos menos: siguiendo este patrón, ¿la Nintendo 64 Mini costaría $40 dólares más que la NES Mini? De ser así, eso sería un precio de $100, $20 MAS CARO que una Nintendo 2DS y $50 menos que la reciente Nintendo 2DS XL, consolas modernas con una gran librería de juegos disponible y a futuro. ¿Por qué gastar $100 en una Nintendo 64 Mini, entonces? Esto sin mencionar otros factores que podrían aumentar el precio de la N64 Mini aún más, como su tecnología interior (pasar de 16 a 64 bits), su control (más grande y más costoso de replicar que el de la NES y la SNES, y que probablemente no tenga compatibilidad con accesorios como el Rumple Pack y el Game Pack) o sus posibles 4 puertos para controles, tal como la consola original. Replicar la N64 es significativamente más costoso que replicar la NES y la SNES en todos aspectos, y tal vez no valga la pena pues el mercado simplemente que no lo aprecie.
Pero un precio elevado y limitaciones estéticas podrían estar perdonados si la N64 Mini nos ofrece una interesante librería de los mayores éxitos del sistema, y aquí viene otro problema. Tanto en la NES Mini y en la SNES Mini quedaron completamente descartados los juegos con licencia; entiéndase juegos que estén basados en series de TV, películas, comics o etc. Por ejemplo, si se agrega algún juego basado en alguna franquicia de Disney, Nintendo debería pagarle a Disney y la consola sería un producto licenciado oficialmente por Disney; todo esto para agregar un solo juego. Por lo tanto, es más que entendible porque no vemos juegos con licencia en estas consolas. Sin embargo, la N64 fue un sistema donde algunos de estos juegos licenciados son realmente joyas del sistema y sería una pena no tenerlos en la N64 Mini por este motivo: entre ellos Star Wars: Shadows of Empire, Star Wars: Rogue Squadron, los juegos de deportes (como los de licencia de FIFA y NBA), probablemente la serie Turok (originaria de los comics) y nada menos que un indispensable del sistema: el genial GoldenEye 007.
Hablando de GoldenEye, otra gran pérdida para la librería del sistema es que no podremos tener grandes juegos realizados por uno de los estudios más prolíficos de esa época: Rare. Juegos como Banjo-Kazooie, Banjo-Tooie, Perfect Dark, Jet Force Gemini, Killer Instinct Gold, Blastcorps y Conker’s Bad Fur Day, realizados por Rare en exclusiva para Nintendo, ahora pertenecen a Microsoft, tras la compra del estudio hace más de una década (incluso los vimos en la compilación Rare Replay para Xbox One). En el caso de los juegos licenciados (como GoldenEye), hay una solución: se puede pagar la licencia y permitir que ingresen al sistema, pero en el caso de las franquicias creadas por Rare, no hay manera de que estos juegos ingresen al sistema; Rare pertenece a Microsoft y solo en consolas o plataformas de Microsoft podemos ver franquicias creadas por Rare. Solo 2 juegos de Rare podrían ingresar “sin problemas” a la N64 Mini: Donkey Kong 64 y Diddy Kong Racing, pues son franquicias creadas por Nintendo (aunque en el caso de DKR, se tendrían que cambiar o eliminar a 2 personajes que aparecen en el juego: Banjo y Conker). Todo un problema.
Tendríamos así, siendo realistas (y un poco pesimistas), una N64 Mini con un precio más elevado que sus antecesores, tal vez sin algunas de sus funciones originales y sin algunos de sus mejores juegos. ¿Esta es la N64 Mini que compraría el público? Pues tal vez si: creo que de todas formas podríamos tener una interesante selección de, espero, al menos 20 juegos, en donde veríamos obras de arte como Super Mario 64, Mario Kart 64, Starfox 64, Wave Race 64, F-Zero X, Donkey Kong 64, Kirby 64, Pokémon Snap y Pokémon Stadium, Yoshi’s Story, Mario Party, Super Smash Bros, y por supuesto, sus 2 juegos de Zelda: Ocarina of Time y Majora’s Mask. ¿Sera suficiente? De todas formas, es bastante arriesgado y peligroso lanzar una Nintendo 64 Mini el próximo año, por todas estas razones.
Nintendo ya ha anunciado que en el 2018 tendremos la SNES Mini aun en producción, además del regreso de la NES Mini a las tiendas:, por ello, tal vez no veamos una N64 Mini en el 2018 pues Nintendo piense enfocarse en sus 2 minis consolas ya en el mercado, y me parece la mejor opción. Yo, como muchos fans, deseamos que Nintendo nos ofrezca la mejor versión de la Nintendo 64 Mini que pueda producir, y tal vez el tiempo le permita resolver los problemas que he analizado en este artículo. Tal vez no en el 2018, pero ojala en el 2019, o después, tengamos en nuestras manos la Nintendo 64 Mini que todos nos merecemos disfrutar.
-Starty!