Call of Duty: Black Ops Cold War claramente busca hacer que un terrorífico criminal de guerra paresca un líder respetable
La realidad de los juegos de Call of Duty es que llegan a millones de personas y tienen mucho más alcance que cualquiera de nuestras noticias. No existe juego en el mundo que pueda compararse con el alcance de CoD, aún después de docenas de títulos diferentes. El tema es que títulos como Call of Duty: Black Ops Cold War van un paso más allá. No es solo un videojuego, es el blanqueamiento de un criminal en la forma de un videojuego.
Una de las figuras más llamativas de la campaña de Call of Duty: Black Ops Cold War es Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos desde 1981 hasta 1989. El tema es que, en esta campaña, Reagan es representado como una figura de autoridad confiable. Si este afirma que las cosas deben hacerse de una manera, lo correcto es creerle. Te vende la idea de que Reagan (y por extensión la política exterior del país) está justificado en su rol como autoridad.
Claro, el gran problema con esto es que Ronald Reagan fue un criminal de guerra. Ignoremos por un momento que apoyó con armas y bonos a los sangrientos militares argentinos o que bombardearon Libia pese al rechazo de la comunidad internacional. No, enfoquemonos solo en Iran-Contra, un escándalo que consistió en que el gobierno de Reagan vendió armas de forma ilegal a los Contra, un grupo golpista luchando contra el (democráticamente elegido) gobierno de Nicaragua.
¿Cómo lo hizo? El congreso lo bloqueó, así que les vendían las armas a Iran y luego pasaban de este país a Centroamérica. Iran-Contra fue tan escandaloso que redujo la popularidad del presidente veinte puntos en solo unas semanas. Este es el presidente que quieren venderte como una figura de autoridad.