El dispositivo de Microsoft que los levantó brevemente a la cima: Es el décimo cumpleaños del (alguna vez popular) Kinect
El mundo era muy distinto hace diez años. No existía covid-19, Lady Gaga era el nombre más grande de la música pop y el MCU no era más que una esperanza de algunos fans dedicados. Y en este oasis de cultura olvidada, destaca la Xbox 360, una consola tan querida que las personas la seguían comprando a pesar de que se malograba una y otra vez. A la mitad de su ciclo de vida, el CEO Don Mattrick decidió que tenían que tomar una dirección radical. Así fue como decidieron desarrollar el Microsoft Kinect.
Hay mucho que pensar sobre el Kinect.
Por un lado, es un dispositivo que representa un deseo de hacer el gaming más accesible. Fue un experimento de la época en la que los Motion Controls eran todavía populares y la idea de una consola sin controles sonaba llamativa para muchas personas. Y, por un breve periodo de tiempo, el dispositivo llamó la atención de muchísimas personas. Una gran cantidad de jugadores casuales decidieron darle una oportunidad y el resultado fue un dispositivo que iba a un público diferente del público original de Xbox.
Al mismo tiempo, es imposible no ver al Kinect el día de hoy como un dispositivo dañado por sus propias limitaciones. La falta de interactividad y su incapacidad de detectar movimientos condenó cualquier tipo de juego ambicioso en la plataforma. Esto llevó a un espiral en el que, poco a poco, nadie quería desarrollar juegos para este sistema. ¿Cuál era el punto si la tecnología apenas funcionaba? Esta fue la muerte del aparato, se convirtió rápidamente en una broma para cualquier jugador que no era casual. Y, como siempre pasa, los casuales migraron después de un tiempo.