En pocas palabras, Street Fighter II es todo lo que uno podría esperar de una fiel adaptación del videojuego de Capcom. No, la trama no es particularmente complicada, pero eso es porque está basada en un juego de peleas en el que la historia no era una prioridad. Y sí, los personajes son completamente arquetípicos, y muchos de ellos no atraviesan ningún tipo de arco de caracterización—simplemente existen para desarrollar conflictos y pelear los unos con los otros.
Pero si esperaban algo más de una adaptación de Street Fighter II, claramente tenían las prioridades equivocadas. Street Fighter II es una película solo para fanáticos, de eso no hay duda—aquellos que no hayan probado ninguno de los títulos para Super Nintendo o PlayStation estarán perdidos durante la mayor parte de la película, o simplemente les importará poco lo que esté pasando con sus protagonistas. Pero para aquellos que aman los juegos, que pasaron horas de horas, tanto de niños como de adultos, peleando contra el CPU o contra algún amigo, encontrarán mucho qué disfrutar en este largometraje animado.
La trama no es particularmente complicada, pero es lo suficientemente fiel a la historia de trasfondo de su fuente de inspiración como para satisfacer al fanático más acérrimo. Bison, el líder de una terrible organización terrorista llamada Shadowlaw, ha estado tratando de encontrar al mejor luchador del planeta por años. Su búsqueda llega a su fin cuando conoce a Ryu, un joven y fuerte vagabundo que no se deja atrapar, y a Ken Masters, quien estudió con Ryu bajo la tutela del mismo maestro. Mientras tanto, el Mayor Guille de los Estados Unidos une fuerzas con Chun-Li, de China, para capturar a Bison y ponerle fin a su banda internacional de delincuentes.
Peleas Callejeras
Como deben imaginarse, lo mejor de la película son los combates. A diferencia de lo que uno podría pensar, las peleas se apegan más a las coreografías de artes marciales de la vida real que a lo que uno podría encontrar en un videojuego—el movimiento de los personajes se ve totalmente realista, y no dependen de ataques especiales o fantasiosos para vencer a sus enemigos. De hecho, movimientos como el Hadouken o el Sonic Boom son tratados como poderes especiales difíciles de ejecutar, por lo que solo aparecen en los momentos más críticos de la trama. La pelea entre Ryu y Ken y Bison es particularmente entretenida—intensamente coreografeada y brutal.
Street Fighter II no funcionaría como película, sin embargo, si todo lo que tuviese para ofrecer fuese las peleas, pero felizmente ese no es el caso. De hecho, el filme maneja a todos sus personajes mucho mejor que cualquiera de las adaptaciones con actores de carne y hueso (eso lo veremos muy pronto). Ryu y Ken claramente son los protagonistas, y por tanto son los que tienen una mejor caracterización. Se encargan de la mayoría de exposición a través de diálogo, y son los que tienen una mayor importancia en la trama.
Sin censura
Adicionalmente, la cinta se enfoca, también, en otros tres personajes: Guille, Chun-Li y Bison. Los dos primeros trabajan juntos, lo cual le permite al filme simplificar un poco la estructura del guión, y Bison sirve como el villano perfecto, un general megalomaníaco y extremadamente poderoso que haría de todo para cumplir sus objetivos. Evidentemente no se trata de un personaje particularmente complejo o profundo, pero para el tipo de película que es Street Fighter II, funciona a la perfección.
A pesar de que Street Fighter II contiene una buena cantidad de escenas de pelea, puede sentirse algo lenta por momentos, especialmente durante las escenas de más exposición, o los flashbacks. Adicionalmente, cabe mencionar que existen varias versiones de la película: la versión japonesa con música incidental típica de un anime y canciones J-Pop; la versión americana con música más tipo rock o grunge; la versión censurada, que puede ser vista por públicos de todo tipo, y la versión sin censura, quizás la más popular, ya que incluye una escena (totalmente gratuita) en donde vemos a Chun-Li tomando una ducha completamente desnuda. Si quieren ver la película tal y como sus creadores querían, evidentemente recomiendo ver la versión japonesa, sin censura, y en idioma original (con subtítulos, claro está).
Street Fighter II es una de las películas basadas en videojuegos más fieles que hay, ya que entiende a la perfección el espíritu del juego, y le da a los fanáticos exactamente lo que quieren. Las peleas son rápidas, bien coreografeadas y emocionantes; la animación es de la más alta calidad; los personajes está caracterizados de manera simple pero eficiente, y la historia, aunque sencilla, cumple su cometido. No se trata de una película muy compleja, pero no tiene porqué serlo—es muy entretenida y emocionante, especialmente para aquellos que han disfrutado por años de esta franquicia.
