Hace treinta y cuatro años, apareció una de las franquicias más importantes de todos los videojuegos: The Legend of Zelda
A pesar de todo el tiempo que ha pasado desde entonces. A pesar de que títulos como Breath of the Wild, que buscaron recrear su esencia, existen. Han pasado ya treinta y cuatro años desde que The Legend of Zelda llegó a la Nintendo Entertainment System. Y a pesar de que han salido más de una docena de otras entregas, hay un carisma exclusivo a su primigenio. Su pequeño mundo lleno de todo tipo de secretos, sus nueve calabozos de dificultad cada vez más desesperante, todo es bastante memorable. Además, se trató del inicio de una leyenda que continúa hasta hoy.
Lo que la gente más recuerda de The Legend of Zelda es lo difícil que es sin una guía. Encontrar los calabozos, las mejoras de los objetos y los corazones que aumentan tu vida todo depende de ti, sin tener una real dirección. Algunos personajes intentan ayudarte, pero la traducción era terrible así que muchas veces hablan sin sentido. Este estilo de juego sin direcciones y de pura confusión sería luego una importante influencia para Dark Souls. Por supuesto, su mundo abierto sin limitantes también fue la base del adorado y críticamente aclamado Breath of the Wild.
En este momento, Zelda está en un auge como el que no disfrutaban en más de una década. El éxito y aclamo de Breath of the Wild ha sido tanto que han dedidido desarrollar una secuela directa. Todo apunta a que esta introducirá una serie de elementos que la harán sentirse muy distinto a su predecesor. Sin embargo, será difícil ocultar que la inspiración número uno de este título es la entrega que lo inició todo.
¡Feliz cumpleaños, Zelda!