Malas noticias para los creadores de contenido de YouTube. El portal de videos actualizó sus reglas para evitar que se pueda linkear a diversos portales externos al final de los videos. Entre estos portales se encuentra Patreon, la plataforma de crowdfunding que permite a muchos youtubers generar ingresos adicionales.
Ahora YouTube exige a los creadores de videos inscribirse en su YouTube Partners Program para poder colocar estos enlaces externos en los videos. Una tarea que no es fácil, ya que el requisito mínimo es tener 10 mil vistas en el canal. Además, esto permitirá a YouTube tener un control más férreo de la publicidad en cada canal.
Esto afectará a los youtubers de nicho que tienen pocas vistas pero una comunidad dedicada. Los ingresos de estos YouTubers no eran realmente por publicidad. En lugar de ello, podían obtener dinero mediantre Patreon y otras formas de crowdfunding y donaciones. De esta manera, podían mantener su independencia y cubrir sus costos de producción.
La justificación oficial es poder proteger a los usuarios del spam, y validar que el canal esté cumpliendo las reglas de anuncios. «Se les pide ingresar a YouTube Partners Program para poder evaluar la validez del canal, y determinar si están siguiendo las guías y normas de la comunidad y anuncios», explicó un representante de YouTube a Polygon.
Here’s a fun wrinkle: if your channel doesn’t have at least 10,000 total views, you can’t monetize at all. Small channels with dedicated Patreon supporters are F’d. pic.twitter.com/5oAMOHsXxo
— Ian Danskin (@InnuendoStudios) 28 de septiembre de 2017
Lamentablemente, los cambios en las reglas de monetización han hecho cada vez más dificil para los youtubers, grandes y pequeños, generar ingresos. Y si bien aún podrá linkearse a Patreon en la descripción y comentarios de los videos, muchas personas no los verán en formato móvil o cuando ven el video mediante embed.
YouTube ha estado cambiando las reglas de monetización luego de que diversas compañías amenazaran con retirar su publicidad. Esto fue debido al comportamiento de distintos creadores de contenido, y la negativa de las empresas de ver su publicidad en contenido ofensivo.